Un
buen destino para las próximas vacaciones es Roma, lo cual va a requerir un
zapato cómodo, poco equipaje y según a qué edad o circunstancias físicas, un
bastón plegable. Además, hemos de tener en cuenta que en Semana Santa cambian
mucho los horarios de visita, así como los accesos viales por las numerosas
celebraciones que se realicen en las calles y en los templos. Y las obras que
siempre hay. Ahora, por ejemplo, están ejecutando las obras para una nueva
línea de metro, y afecta a muchas zonas de la ciudad.
Para
realizar las visitas a las basílicas papales es necesario pasar primero por el
acceso de los carabinieris, que están situados a la derecha, mirando de
frente al templo por su entrada principal. Durante la semana del 10 al 15 de marzo de
2025, la entrada a la Puerta Santa de la Basílica de san Pedro fue un auténtico
despropósito. Una vez que estás a punto de entrar en la Basílica, después de
colas y colas, no puedes elegir entrar por la puerta santa ¡NO! Te dicen, hay
que entrar, salir y volver a entrar.
Has
de entrar por la puerta principal, caminar por un pasillo toda la nave central
para tomar el pasillo de salida y hacer a la inversa la nave central, salir por
una segunda puerta y entrar por la Puerta Santa, que sería la tercera puerta.
Para salir de la Basílica, después de pasar la Puerta Santa, has de caminar de
nuevo todo el lateral derecho del templo, (de paso vuelves a ver la Pietat de
Miguel Ángel) girar hasta el baldaquino, y encontrar el pasillo de salida
haciendo de nuevo a la inversa la nave central y salir por la cuarta puerta que
es la que está totalmente a la izquierda. Se sale y enseguida bajas por la
escalinata que da a la Librería vaticana y a la sede postal. Una auténtica
peregrinación. Además, de ir rezando lo que corresponde para ganar el jubileo.
En las otras basílicas, lo único obligatorio es pasar por el control de los carabinieris.
Es
evidente que, en esos días de descanso o vacaciones, y con el reclamo de ganar
el jubileo en Roma, el aumento de turistas, peregrinos o visitantes será
notable. Pero no pasa nada, Roma lo aguanta todo, y siempre está preparada para
recibir, desde hace siglos, a millones de personas. Se come bien o muy bien. No
os perdáis las alcachofas a la romana (hervidas o cocidas) o fritas y cualquier
variedad de tomate. Y con un plato de pasta hasta los peques de la familia
tienen resuelto el menú.
El punto neurálgico es TERMINI, de allí salen y llegan muchísimos trenes de todas partes de Italia. También del aeropuerto. Alberga restaurantes, bares, tiendas de marcas de moda y para satisfacer cualquier capricho. A 200 metros está la Basílica de Santa María la Mayor, Blanca o de las Nieves. En ese lugar el Papa Francisco ha dispuesto ser enterrado a su muerte, como muchos otros santos padres. En TERMINI también está el punto de salida y llegada de numerosas líneas de autobuses y la Línia 1 de metro. Dos paradas de taxis que no paran de subir y bajar pasajeros, no hay que asustarse de las colas. Y allí mismo, en la Via Marsala, está la basílica del Sagrado Corazón de Jesús con un amplio horario de misas católicas. En ambas basílicas, en las debidas condiciones, se puede ganar el Jubileo de la Esperanza 2025. Es decir, no es necesario ir a la Basílica de San Pedro para ganarlo.
Quiero recordar que Roma es una ciudad con una larga historia, sus ciudadanos la respetan y son muy cordiales. Además de todos los vestigios del Imperio Romano, son muy interesantes y gratuitos los Museos de Roma, como el napoleónico y el de Borroco. A su vez, son maravillosos los palacios perfectamente rehabilitados que demuestran el esplendor de Roma en siglos más recientes. La orografía de Roma está definida con aquel apelativo de la Ciudad de las Siete Colinas, con la característica propia de los petrinos o adoquines pequeños que hacen imposibles los tacones. Y una gran río que la atraviesa, el Tíber.
Que os lo paséis muy bien, y no olvidéis de ir rezando para que se nos llenen de Esperanza nuestros corazones, que siempre tienen sed de Dios.