Periódicamente cae en la agenda la cita con el dentista, el analista, la ginecóloga, el ortopodólogo, la peluquera…, la abogado, el gestor….y venga de llenar la agenda con obligaciones personales, pues hemos de guardar la salud, pagar impuestos, ser buenos ciudadanos. ..Buenas tardes! ¿Cómo está usted? ¿Qué se hará….? Añades a la agenda el compás de espera que te parece evitable pero es una realidad. Y como quien espera desespera, los nervios te están empezando a subir por las piernas; no cuentas ovejitas porque no es la hora de dormir; ya te has acabado el rosario, y estás pensando que no llegarás a lo siguiente a la hora en punto como te gusta, te cambias de posición veinte veces, y recuerdas que hubiera sido mejor coger aquel libro que estás a punto de acabar. Finalmente caes en la tentación: coges una revista.
Te repasas las vidas de las casas reales europeas, y la vida de esa gente que es famosa por la cosa de a ver con quien me acuesto y a ver cuando me caso para descasarme después….También te relees las últimas recetas de cocina para innovar en tu casa. Pero nada sacia las ganas de marcharte de la consulta. Cambias de papel impreso, y en una separata de un periódico muy conocido de la ciudad de Barcelona, leo, en la sección Familia : “Los amantes que entregan parte de su vida a una persona emparejada se ahorran los problemas de la vida cotidiana pero se conforman con vivir una relación en la clandestinidad. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas? Me leí todo el artículo en mi casa, palabra por palabra, pues en la consulta noté que enrojecía de rabia, y pronto iba a necesitar la ayuda de la valeriana.
El periodista o adoctrinador social va desgranando pecado a pecado de adulterio y se queda tan ancho; pecado y pecado de mentir y mentir, de egoísmo de egoísmos, no queda un pecado sin cometer en todo el relato, y el periodista tan tranquilo, porque no le parece mal; va destruyendo el amor matrimonial porque a todo esto yacer y fornicar es lo mismo que amar de amor, y el matrimonio no es más que una prisión de la que nos hemos de liberar. ¿Y la continencia y la castidad en el matrimonio? ¿Y el amor para siempre, cueste lo que cueste, para agradar a Dios, qué?
Y me pregunté ¿con qué moral se escribe, se publica y se lee gratuitamente en una consulta de un profesional? ¿Con qué frivolidad se tratan los temas de la familia?, ¿con qué facilidad el secularismo se instala?, ¿con qué pasmo el laicismo nos educa?
El matrimonio es algo sagrado, está bendecido por Dios, y si es civil también tiene un fondo sagrado y milenario. Yo creo que cuando se habla de matrimonio y familia promocionar la fornicación es inmoral y destructivo, pues yacer o fornicar es prostituirse, enmascarado con unas ventajas que luego te escupen a la cara, porque son pura mentira. En la familia está el origen y el núcleo de la sociedad, y con esos adoctrinamientos lo que se pretende es su desestabilización, perjudicando un bien común para todos y a prueba de todo.