Leer a San Pablo, oír los textos de San Pablo no nos deja indiferentes. Él sabía que somos libres, que Dios nos creó libres, y que estando en el lado del mal puedes pasar al otro lado, siempre que quieras que Dios te ayude. Él escuchó y luego lleno del Espíritu nos dejó aquellas cartas tan impresionantes. Cuando leo las de los Corintios siempre me viene a la cabeza ¡pobres Corintios!, debieron quedarse estupefactos, pues a nosotros después de tantos siglos desde entonces nos siguen impelando. En el matrimonio, en la vida cotidiana diaria pueden producirse muchas tentaciones, como engañar a tu marido, irse con otro, gastar lo que no tienes para fastidiarlo, insultarlo, no apoyarlo, comer hasta reventar, beber hasta caer redonda al suelo, y más horrores! Pero San Pablo nos dice: Todo me es lícito, mas no todo me conviene. Todo me es lícito, mas ¡ no me dejaré dominar por nada !
Así que ante la duda, San Pablo!.
1ª. Carta de San Pablo a los Corintios, 6:12.