Las playas textiles son amables, ves a la gente en bañador, o en biquini, con pareos, sombreros, vestidos playeros, cada uno y cada una con sus carnes cubiertas y adecuados para la ocasión. En Benicàssim, en Castelló (Mar Mediterráneo) se puede disfrutar de una playa de ambiente familiar, y textil al 95%. Cada vez son menos las mujeres que van en cueros. No se decir si es por pudor y modestia en el vestir o porque las quemaduras solares se quieren evitar o porque realmente te ves mejor vestida que desnuda, la cuestión es que los bañadores y pareos se van imponiendo, lo cual es de mucho agradecer.

Sin embargo, cuando no eres un ciudadano de a pie, y te crees una persona importante porque eres “la compañera sentimental” del primer ministro francés, François Hollande, señora Valérie Trierweiler, te crees con el derecho de “avisar” a los medios para que no publiquen las fotos, y si las han publicado, amenazar con una demanda ante los tribunales porque te han fotografiado en biquini negro y no te gustas en absoluto. La señora Trierweiler está protagonizando este afer estival, se la trata de primera dama sin serlo porque no está casada con el primer ministro, y se la fotografía tal cual ella se ha vestido para ir por la playa; si todo esto es cierto ¿De qué se queja?
Mientras los medios de comunicación franceses resuelven esta frivolidad, lo mejor, ¡señoras!, es ir a la playa como queremos ser vistas por los demás, es decir con respeto, y ser esposas con temple, y no “compañeras sentimentales” que para sentimentales lo somos todas.