Es el título de la obra de teatro que se puede disfrutar en Barcelona (España), dirigida e interpretada, entre otros, por el actor Arturo Fernández, un maestro de actores cómicos y elegantes del elenco español. Don Arturo es garantía siempre de pasar un buen rato, de reírnos con ganas, sin embargo en este caso la obra no es cómica en ninguno de sus extremos, aunque los chistes, las coletillas, los gestos y las maniobras en el escenario te rompen a carcajadas en más de una ocasión.
Y la comedia no es cómica porque el tema recurrente es realmente serio. Todo el guión gira entorno al adulterio en el matrimonio. Se desarrolla prácticamente en dos escenas correspondiendo a dos largos diálogos entre los esposos, y un amigo, víctima también del adulterio de su esposa. Los esposos se plantean ser sinceros y confesarse el uno al otro el número de veces que han sido infieles. No sorprende en absoluto que el varón justifique sus necesidades sexuales, aunque vacías de amor. Por otra parte, la mujer justifica su experiencia sexual, lésbica o no, como algo normal, con todo ello consigue fastidiar más a su esposo que le ha estado engañando constantemente por capricho. La puesta en escena es muy buena, llena de tal forma el teatro que parece que uno esté en el mismo sofá del escenario, junto a los actores. En definitiva, considero muy interesante que en Los hombres no mienten se defienda el diálogo entre los esposos en aras de resolver el problema que han planteado, escuchándose y perdonándose.