Una marca de moda
tiene la mala tendencia de hacer campañas publicitarias desagradables por el
solo hecho de llamar la
atención. Y como está de moda también el relativismo, es
decir, haz lo que quieras mientras a mi
me de la gana, a la vuelta de esas campañas todavía vende más. Sin embargo,
la inmoralidad constante de sus anuncios se ha de denunciar. En esta ocasión no
te dan un vale de regalo si entras en la tienda desnudo o desnuda, es decir,
vendes tu pudor por un jersey o un abrigo, sino que la campaña le propone a la
mujer ser una puta y además queda bien, es decir te compras esas prendas de
vestir y eres la meretriz mejor cotizada de tu barrio, de tus amigos, de tu
casa, de tus vecinos, de la universidad, de tu trabajo…, pues todo vale. Con
esa ropa, te ganas a tu jefe, y atropellas a lo que haya por delante, una
esposa, una vida....y tu jefe como un tonto, caerá en tus brazos porque esa
ropa es como un talismán.

Yo sí que voy contra
corriente y soy rompedora, pues abogo por una mujer digna en el todo
antropológico y divino para el que fue creada, y todas las mujeres son así,
aunque unos u otras como tienen en su vientre el poder del dinero y de las
cosas, no aprecian la belleza de la mujer en toda su totalidad.