En esta vorágine, hasta la fiesta de nuestros Reyes Magos, el 6 de enero de 2013, podemos realizar bastantes actividades en familia que pueden resultar apostólicas. Hoy por hoy, no podemos dar por sabido nada relacionado con Jesucristo y cualquier momento es bueno para enseñar a los demás quién es Jesús.
Vamos a hacer una lista, ampliable, pues de bien seguro que saldrán más propuestas con tono cristiano y relacionado con la Navidad:
1) Montar un belén en familia, con nuestros nietos o con quien se apunte a ayudar, nos dará ocasión para explicar los personajes del Nacimiento, y todas esas tradiciones cristianas que se han ido incorporando. Y por supuesto, el árbol, con guirnaldas y muchas luces.
2) Visitar esas poblaciones donde se celebran belenes vivientes y explican todo lo qué pasó en Belén hace más de dos mil años.
3) Acudir a las representaciones de teatro infantil donde los pastores se encuentran con un sinfín de problemas hasta llegar a Belén.
4) Acudir a las iglesias donde las corales de cantores ofrecen conciertos navideños.
3) Acudir a las representaciones de teatro infantil donde los pastores se encuentran con un sinfín de problemas hasta llegar a Belén.
4) Acudir a las iglesias donde las corales de cantores ofrecen conciertos navideños.
5) Participar en familia en la misa del Gallo en la noche del día 24 de diciembre, o la del pollito (que se celebra a última hora de la tarde de ese mismo día) para favorecer que acudan los más pequeños de la familia, y después comer el resopón de turrones u otros dulces de Navidad, cantando villancicos a la guitarra, con panderetas y zambombas.
6) Acudir a los conciertos de Año Nuevo, de música de la familia Strauss , que en muchas ciudades de Europa, no solo en Viena, se realizan en diferentes auditorios y teatros, cosa que resulta un deleite para el cerebro, que estimula el ánimo y la alegría, porque la alegría es muy buena para conseguir una sana convivencia en familia, en estas fiestas, en las que parece que vayamos más deprisa como si se acabara el mundo que ya está claro que esto no va a ocurrir de forma inminente.
7) Borrar asperezas, haciendo una llamada (y no perdida) a aquella persona de la familia, o no, con la que hace tiempo no hay contacto, pues la Navidad no solo nos acerca a Dios sino también a los demás.
Y sembrando paz y alegría, nos vamos a tener que conformar porque no estarán todas las personas, que queremos con todo el corazón, alrededor de esa mesa que con tanto amor y cariño vas a preparar, ni van a degustar esos manjares elaborados y en los que te vas a ocupar durante tantas horas, pensando, comprando, cocinando, sirviendo...
¡Así que con tanta tarea no vamos a tener el lujo de descansar!
*En la foto, Roma de noche, en la plaza Venecia ante el gran monumento de Victor Emanuel
*En la foto, Roma de noche, en la plaza Venecia ante el gran monumento de Victor Emanuel