En Roma están
concentrados 2973 periodistas acreditados y miles y miles de peregrinos que
quieren y pueden estar junto al santo padre Benedicto XVI en las últimas horas
de su pontificado. Salvo todos éstos, la inmensa mayoría de católicos estamos
en nuestro quehacer diario, y muchos de nosotros con el corazón afectado
y a la vez agradecido a un adiós único y especial que nos brinda Su Santidad.
Pero igualmente
podremos acompañar al Papa con cosas simbólicas las cuales representan estados de ánimo, unión de voluntades,
acompañamiento en el dolor… podremos hacer alguna cosa que a cada persona le
evocará una cosa diferente y podrá ser un símbolo que nos una a él en esos
momentos, a las 20 horas, en el crepúsculo, del 28 de febrero de 2013, según nuestras fuerzas y acorde con nuestra edad.