Desde hace muchos años, las cadenas de televisión tienen
resuelta la programación de la
Semana Santa colocando películas relativas al Antiguo
Testamento y al Nuevo Testamento, en especial a la pasión, crucifixión, muerte
y resurrección de Jesucristo, así como las procesiones y las retransmisiones desde Roma y el Vaticano. Es de agradecer la encomiable labor por darle a la
comunicación un ambiente cristiano.
No obstante, no todas las películas son esencialmente
católicas, pues el cine más reciente puede tener una tendencia protestante, o
en el mejor de los casos, ecuménica, es decir, sin resaltar aquellas cuestiones
en las que pueda haber diferencias entre les confesiones cristianas.
Por ejemplo, el nacimiento del Señor, en el portal de Belén
fue de luz, sin dolor; la visión de algunas confesiones protestantes es que
Nuestra Señora, la
Virgen Santísima , no era virgen y parió con dolor, pues no
creen en la encarnación por medio del Espíritu Santo, y en consecuencia no
creen en la bellísima castidad de san José. Tampoco creen en la Eucaristía, por
eso vemos las celebraciones de algunas confesiones protestantes basadas siempre
en la Liturgia de la Palabra y los cantos.
Así que viendo películas, tan variadas, podemos observar
diferencias que hasta incluso nos puedan sorprender. A pesar de las
diferencias, hemos de seguir rezando por
la unión de los cristianos pues es una especie de vergüenza que estemos
desunidos
Las películas más
recomendables y que un experto en cine católico recomendaría son:
"Gólgota", "La Pasión de Cristo", "Ben Hur",
"Barrabás" y "La túnica sagrada". Con la ayuda de las imágenes cinematográficas y de nuestra imaginación
para ser un personaje más, la lectura que hagamos del Evangelio nos iluminará.
No hay que olvidar, por ejemplo, lo que ya se dijo en su pre estreno, que la película La Pasión
de Cristo de Mel Gibson, el beato Juan Pablo II la aplaudió en ese sentido. Por
eso no nos ha de extrañar que algunos sacerdotes en homilías y meditaciones nos
la hayan recomendado.