Hablemos de cosas
serias, ¿con quién casamos a Eugenia Grandet?. A colación de esta ocurrente frase de Balzac,
el poeta y escritor Enrique García-Máiquez desgrana la ocurrencia hasta
conclusiones como que Balzac pudo estar dando una lección de política aplicada :“No existe institución más importante para
el sostenimiento de la República que la familia y su núcleo, el matrimonio. Si
queremos un país sólido y pacífico, construyámoslo sobre matrimonios –en la
medida de nuestras posibilidades- firmes y felices”. *
Sin entrar a discutir, ni por asomo, si fue
en esto u otra cosa, en lo que se inspiró Balzac para dar ese tipo de lección, me
parece, sin embargo, una conclusión que para hoy sería revolucionaria, y encendería una gran polémica,
y no de novela sino real. Si construyésemos la sociedad con los cimientos de
los matrimonios, supondría un cambio en el sistema económico pues el actual se sostiene
sobre palillos o junquillos. Téngase en cuenta que las cifras de las familias
monoparentales y/o desestructuradas van en aumento, así como los divorcios y
las rupturas de parejas establecidas sin compromisos. Y el número de matrimonios
consolidados no responde a un cimiento sólido, hoy por hoy, en la sociedad de la globalización. Hoy
la sociedad se sostiene a base de múltiples esfuerzos, a veces demasiado aislados y estériles.
Si alguien sigue creyendo que un gobierno puede caer debido a la presión de manifestaciones
violentas o no, ante el Congreso de los Diputados en Madrid o ante los domicilios particulares de gente con aparente poder, está equivocado, realmente quien
cambiará el sistema, la política, la sociedad, será y es la familia pues
siempre ha sido generadora de riqueza y prosperidad a lo largo de la historia de toda la
humanidad.