Muchas
felicidades a todos los Joaquín y a todas las Ana pues hoy celebramos la
festividad de estos santos. Una antigua tradición, que arranca del siglo II,
atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen
María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia
oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san
Joaquín es más reciente. En este sentido no existe, que yo sepa, un pasaje del
Evangelio que se refiera a ellos, pero sin lugar a dudas, la Virgen Santísima
tuvo unos padres, a la vez santos, y se llamaran como se llamasen, fueron los
abuelos de Jesús, en lo que se refiere a su naturaleza humana. Por eso, sin
necesidad de una declaración institucional, los cristianos universales
celebramos El día de los Abuelos en tal día como hoy, especialmente los que ya somos
abuelos.
Realmente
es una belleza inmaterial gozar de ese estatus pues la perpetuación de uno
mismo, siendo una cuestión antropológica, es realmente satisfactoria y se
traduce en un-no-se-qué que te hace feliz. Además, ves a los hijos gozar
de sus frutos y todavía esa belleza se hace más grande. Y aunque se dicen
muchas cosas, a los abuelos nos gusta ayudar a nuestros hijos cuidando de sus
hijos, es decir, de los nietos. Y no es ningún
abuso, es más, la ayuda mutua en el seno de la familia es lo más natural del
mundo, y desde sus orígenes.
En el rezo del Angelus el Papa Francisco habla de los abuelos
En el rezo del Angelus el Papa Francisco habla de los abuelos