17 enero 2014

La sumisión y la templanza

Si con sentido crítico analicé las ligerezas de gobernantes conocidos, me propongo ahora aplicarme en el ejercicio de la templanza en el # Matrimonio. La templanza se conoce poco, pues se asocia solamente al adulterio. Pero no se trata solamente de mantenerse al margen y a toda costa de tener relaciones amorosas y sexuales con otras personas distintas a nuestro cónyuge, cosa que sería romper con el compromiso dado, con la entrega mutua, y protagonizaríamos una relación sexual extra-matrimonial y adúltera, claro! Lo que hay que vigilar es el antes a todo ello para no caer en el después. Por ejemplo, el evitar de tontear y ligar con la intención o no de tener o no una experiencia extra a lo habitual. La templanza, es decir, el ejercicio de la templanza es mucho más.

Leí en un whatsApp que para lograr lo que nunca has tenido, tendrás que hacer lo que nunca has hecho, una máxima recurrente que no dice nada pero que parece que rompa esquemas y ya puedas tirar al garete toda tu vida pasada. Sin embargo, en sentido positivo, podemos convertirla en algo mejor. Podemos decir que para lograr la felicidad en el #Matrimonio tendrás que hacer mucho más de lo que haces, pues la felicidad y el amor se dan y se reciben pero no gratuitamente. Solo Dios ama por si mismo, porque Dios es amor. En cambio, los humanos amamos pero hemos de esforzarnos siempre para amar más, cada día. Así que lo que nunca hacemos, es decir, amar lo suficiente, hay que hacerlo en mayor medida para conseguir lo que nunca hemos tenido: recibir más amor de los demás.

A colación de todo ello, os digo que conseguí el libro prohibido de Cásate y sé sumisa de la periodista, señora Costanza Miriano. Por supuesto que a todos esos liberales de pro, a las feministas de pacotilla y a los intelectuales de poca monta no les gustaría el libro aunque lo leyeran, pues lo que propone la señora Costanza es mucha lucha sobre una misma, y eso de luchar para hacer la vida más agradable a los demás requiere un esfuerzo muy importante que sin la ayuda de Dios es imposible.  Yo ya me lo estoy leyendo. Sinceramente, me encanta. Lo leo con avidez a ratitos antes de dormirme por completo y con los ojos medio cerrados, no tengo otro momento. A pesar de las circunstancias, me mantiene despierta. Todo lo que dice la señora Miriano es verdad. Ella relata el vivir y el sin vivir en el #Matrimonio y las diferencias entre nosotras y ellos. Y da donde duele. Cuando se refiere a la sumisión al marido no hace referencia a someterse al látigo del esposo infligido a la esposa, sino al ejercicio constante de la templanza, describiendo minuciosamente muchísimas situaciones y circunstancias en las que cada día las esposas y madres nos encontramos. Y la solución que propone, en muchos casos, es la de enfriar la sangre, en lugar de echarte a la yugular del esposo, pues ganas no faltan. Y eso es ejercitar la templanza.  Es un libro para educar en la diferencia. Y esto solo es el principio. De las doce cartas que en él puedes leer, de momento solo he leído dos y media. Así que puedo llegar a ser muy pesada cuando avance más.

No quiero hacer promoción de la web de amazon, no es mi interés, pero los felicito abiertamente pues la citada empresa no se dejó llevar por la tontería en boga que promovía retirar el libro de las ventas, y su decisión de seguir adelante le ha resultado muy beneficiosa. Y las que lo hemos comprado o nos lo han regalado, hemos obtenido un bien más grande, leyendo algo que vale la pena. 

No nos olvidemos en estos días de preparación a la Navidad que lo que vamos a celebrar es la primera venida de Nuestro Señor Jesucristo, hij...