En la
misa matutina del 2 de junio de 2014, el Papa Francisco habló de los Tres
amores para el Matrimonio: la fidelidad, la perseverancia y la fecundidad. En
aquella ocasión, acudieron 15 matrimonios de diferentes edades y escucharon
directamente del Papa la meditación diaria.
La
referencia de los tres amores, son los tres amores de Jesús. En primer lugar,
el amor de Jesús al Padre, en el Espíritu Santo. El segundo, el amor de Jesús
a su Madre, entregándonosla como madre nuestra. Y el tercero, el amor de Jesús a
la Iglesia, hermosa, santa y pecadora, pero la ama.
Así en
el Matrimonio, la fidelidad es uno de los pilares, porque Jesús ama fielmente.
En cuanto a la perseverancia, Jesús sufrió lo indecible por nosotros en la Cruz y nos perdona; en el Matrimonio también se puede perdonar y seguir
adelante. Por último, la fecundidad, pues Jesús fecunda a su Iglesia, con
nuevos hijos a través del bautismo. En el Matrimonio, es una gran prueba tener
un hijo enfermo o no poder engendrar hijos, pero lo que no le gusta al Papa son
los matrimonios que quieren mantenerse infecundos por comodidad, para tener
un chalé en el campo y estar tranquilo.
La
referencia sobre el amor esposal de Jesús con la Iglesia y esta adecuación de
sus amores a los que podemos desarrollar los casados en el matrimonio, puede
parecer una lista corta de pilares, sin embargo, mantener su solidez durante
toda la vida matrimonial sólo lo hará posible la gracia del sacramento del
Matrimonio, en la medida de haberlo recibido en la Iglesia y por la Iglesia. Y durante toda
la vida, manteniéndola viva con los otros sacramentos.