Este es el título de un libro que relata una historia
trepidante, real, atrayente, angustiosa…. Que se lee en poco tiempo y es muy
recomendable. A parte de estos calificativos apasionantes, realmente el relato
de Joseph Fadelle es subyugante, sobre todo para los tiempos actuales pues se
trata de cómo sucedió la conversión al catolicismo de un musulmán chiita del
Irak de hace más de unas dos décadas, donde también entonces estaba prohibido
el proselitismo cristiano, y cualquier conversión al cristianismo tenía que
haber supuesto que un cristiano, o más, habían contra venido las normas. Además
suponía ponerse literalmente en peligro de muerte tanto el proselitista, sus
familiares y las personas cercanas. Sabiendo esto, y a pesar de esto, Fadelle
encontró a Dios en medio del desierto y la guerra, de la mano de un católico
valiente, y luchó a base de muchísima oración para poder alcanzar la fe de
Cristo y el alimento de vida eterna.
Pero en esta aventura de la fe, Fadelle no estaba solo.
Su esposa también era musulmana, y los hijos de ambos, por imposición del
patriarca de la familia a la cual pertenecía Fadelle también habían de ser
musulmanes. Las persecuciones que relata fueron intensivas y agobiantes hasta
poder conseguir abrazar la cruz.
Hace unos años conocimos esta historia y sabíamos que
entonces Fadelle y su familia estaban en Francia habiendo adquirido la
nacionalidad francesa, y que muchos otros chiitas se habían convertido. No
obstante, Fadelle sabía que al hacer pública su historia pasaría a estar
perseguido de muerte, y como él mismo dice “En
cualquier momento me van a matar”.
La historia de esta conversión ha retomado actualidad
ante la sangrante persecución contra los cristianos que se está debatiendo en
Irak, país al cual irá de nuevo el cardenal Filoni en el próximo mes de
septiembre de 2014, para llevar a los cristianos el apoyo espiritual de parte del santo
padre Francisco.