Los distintivos de un país,
aquellos más conocidos, siempre significan algo importante del pasado o del
presente de aquel territorio. La costumbre de un pueblo a lo largo de los
siglos tiene esos referentes propios que en el patriotismo colectivo o de
cada uno, no se desprecian. Irlanda tiene varios, entre ellos el arpa (que
tiene una historia muy interesante y que preside la moneda del euro) y el
trébol.
El trébol es muy común a lo largo
ancho y largo de toda la isla, pues mayoritariamente está llena de pastos
magníficos, fuente de riqueza para la producción ganadera y sus derivados. Las
abundantes lluvias regeneran constantemente estos pastos verdes y brillantes.
Estas hojitas verdes tan pequeñitas y que gustan a todos animales que se
alimentan en los prados, fue un objeto que utilizó san Patricio para
evangelizar Irlanda.
A veces resulta muy difícil
entender el misterio de la Santísima de Trinidad, dogma de fe para la religión
católica, pues creemos en un solo Dios, de tres personas distintas Padre, Hijo
y Espíritu Santo y que conforman la Santísima Trinidad. ¿Cómo pudo hacerse
entender san Patricio a personas sencillas del campo en su evangelización por
Irlanda, sin medios materiales? San Patricio, iluminado por el Espíritu Santo,
cogía un trébol que siempre tiene tres hojitas y les decía que cada hojita era
una de las tres personas de la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, y cogiendo el trébol por el tallo les decía que las tres
personas eran una sola entidad, como lo era aquel trébol. Por otra parte, a aquellos
hombres y mujeres paganos que adoraban al sol, fuente a su vez de riqueza
natural, tampoco san Patricio les defraudó, pues incrustó el sol en la cruz y
así vemos como la cruz de Cristo irlandesa tiene esa peculiaridad. De esta
manera sencilla pero inteligente, sin despreciar las costumbres o los elementos
propios de un país, san Patricio
evangelizó Irlanda, y luego sus enseñanzas se llevaron a Estados Unidos, lugar
al que llegaron muchísimos irlandeses de pocos bienes o ganancias, víctimas de
la prisión y de la hambruna, siendo san Patricio quien preside la catedral de
Nueva York.
Por otra parte, en Irlanda,
católica en un 90%, no tienes ningún problema para acudir a la iglesia los
domingos a cumplir el precepto dominical. Si la costumbre de ir a misa es
diaria, te sorprenderás al comprobar, incluso en verano, la variedad de
horarios de misas que se celebran a lo largo del día, teniendo en cuenta que
sus costumbres horarias son diferentes a las nuestras. Y en cuanto aquellos
recuerdos o souvenirs que nos podemos traer de aquel verde país, encontraremos
que en las camisetas, sudaderas, platitos, cositas, tonterías…etc., casi siempre
hay tréboles! (o arpas) y algunos para darle un toque contrario es de cuatro
hojas… llamándole el trébol de la suerte. Pero la mejor suerte es la de ver a
Dios a través de un trébol.
*Las fotos son de mi viaje a Irlanda, julio 2014