Aunque
parezca mentira, debido al alud de noticias sobre las cifras desastrosas del número de divorcios que se producen en nuestro país o en otros países, paralelamente se publican noticias sobre la larga vida de los matrimonios.
En este
mar de noticias, también se dan a conocer esas otras llenas de esperanza para
los que creemos que una vida longeva del matrimonio es posible. Nada es
fácil. Pero nadie ha de pensar que en el matrimonio todo es difícil, o todo es
cuestión de aguantarse o de resistir en las trincheras, como algunos soldados que han de quedarse en ellas para mantener la línea de tiro. No, eso no es
matrimonio. El núcleo del matrimonio no es el miedo o la dificultad, el centro
mismo del matrimonio es el amor, pero no aquél basado solamente en la atracción
física y en el enamoramiento, sino basado en un amor de compromiso mutuo, desde el
día maravilloso del enlace hasta el día de la muerte que los va a separar.
De ahí
que también hemos de alimentarnos de esas buenas noticias sobre los
matrimonios, como es el caso de aquella pareja de ancianos que murieron simultáneamente; aquella otra que al morir la esposa, las flores que le lleva su viudo a la
tumba, están produciendo en él la conversión hacia Dios; o aquella de la que decían que siempre iban cogidos de la mano .