Un saludo desde
Barcelona, España. Leo los artículos sobre la familia de la web de la Archidiócesis de México DF, y me gustan... están muy pegaditos al Papa.
Es un detalle más que demuestra
que no hay distancias en la doctrina, ni en sus contenidos ni en sus aplicaciones
para estar cerca de la Ciudad Eterna. No
importan los colores de la piel, ni los orígenes ni los idiomas pues el mensaje
del Evangelio de Jesucristo es universal y cala y puede calar en cualquier
época o lugar. Se trata de respetar la cultura y por medio de ella,
evangelizar. Lo que hoy se llama inculturación,
se ha hecho siempre, desde san Francisco Javier (uno de los fundadores de la
Compañía de Jesús, los jesuitas) en la India y en el Japón, como san Patricio
en Irlanda, por poner ejemplos conocidos. Además, hay que reclamar que se respete también la libertad religiosa. Lo importante es no dejarse
claudicar por la invasión de mensajes e ideologías que dejan al margen a Dios
mismo, y adelante! sin dar un paso atrás.