La caridad no es solamente dar limosna
al pobre o al desvalido, o ser voluntario de una entidad social, la caridad es
amor y lo engloba todo, como dice san Pablo en la 1a. Carta a los Corintios 13: 4-8.
El amor es
paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se
envanece, no procede con bajeza,
no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,
no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías
acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá.