Es curioso comprobar que si nos
queda tiempo libre nos lanzamos de lleno al ocio. Imágenes de playas con
bañistas, tanto en días laborables como festivos, por la mañana o por la tarde,
las vemos desde hace varias semanas. Así que el sector servicios estará muy
contento pues sin duda está en alza. Pero también el sector textil habrá podido
comprobar que ha vendido más bikinis que otros años, ¿o no? Las imágenes de
mujeres con el cuerpo al aire parece que van en declive, sobre todo porque
habrán visto sus cuerpos o parte de ellos volando por la nube de Internet sin
su consentimiento expreso, y a saber con qué fines. Siempre es mejor cubrirse y
muchas mujeres, gracias a Dios!, han vuelto al bikini o al bañador.
Hay muchas razones para no ir en
cueros por nuestras playas y piscinas. Por un lado, es más higiénico y va en propio
beneficio y en el de la comunidad (la familiar, la de vecinos, la sociedad,
etc.) evita contagios de bacterias, gérmenes, hongos, enfermedades en
la piel, etc. También por pudor, para
cubrir lo que es privadamente propio, y porque además es moralmente correcto. Y
por último, a la vista está que cubrirse el cuerpo es mucho más elegante,
simplemente. Un bañador, por ejemplo, favorece siempre, tanto a los delgados (o
delgadas) como a los que están más gruesos (o gruesas), pues el bañador completo estiliza más la
figura que las dos piezas del bikini, que suelen ser minúsculas. El bañador, al
estar confeccionado con más ropa, se ven más los tejidos y los colores, avivando
el aspecto general del bañista. A su vez, gastamos un tiempo muy divertido combinando
los colores del bañador con la ingente de complementos que existen hoy en el
mercado. En ese sentido, podemos echar un vistazo a las revistas de moda. Allí veremos
a las modelos de pasarela con bañadores, con vestidos informales largos o
cortos, y con aberturas laterales muy sexys; con pamelas y grandes gafas de
sol. No olvidemos los pies, las sandalias con piezas que brillan y florecillas,
las hay en muchas chinerías a muy buen precio.
Por lo tanto concluyo, como cada
año por estas fechas, repitiendo:
¡PLAYAS TEXTILES, POR FAVOR!