¡Talaq! ¡Talaq! ¡Talaq! Es la expresión del hombre hindú que estando
casado quiere divorciarse de su esposa, sin más esfuerzo. El divorcio exprés de
nuestro país podría decirse que es lento…
Realmente
es trágico que una unión emprendida en el amor y por amor acabe con tres
palabras o con 180 euros, utilizando una aplicación de móvil. Todo ello va
acompañado de novelas y películas, sin fin, de rupturas matrimoniales y
constantes infidelidades; informaciones de divorcios millonarios que llaman la
atención de los medios de comunicación en todas sus presentaciones, etc.
No
obstante, el avance que hace muchos años, desde el Concilio Vaticano II de la
Iglesia católica, celebrado en Roma entre los años 1959 y 1964, iniciaron los
Santos Padres en promover un matrimonio y una familia santa, no se había
conocido en toda la era cristiana. Existen muchísimos documentos doctrinales
que ya son básicos en esta materia (exhortaciones y cartas apostólicas) así
como numerosa bibliografía de religiosos, clero y laicos como nunca se habían
editado. Por ello, ahora más que nunca los jóvenes o los más maduros, las
familias, podemos prepararnos y seguir preparándonos para el matrimonio.
La
noticia que linko dice que la costumbre del ¡Talaq…!
Es anti islámica. Digamos que el comentario se queda corto. Es anti natural, ¡es
violenta! Pues el hombre que la pronuncia deja plantada a la esposa, a los
hijos habidos, a la familia en sí misma. Un desastre social que hace un daño
corrosivo a toda la sociedad. Es decir, estamos llegando a lo más bajo en el
desprecio al matrimonio entre un hombre y una mujer.
Sin
embargo, la esperanza ya está en marcha. Seguiremos contracorriente, y sonriendo.