En
el Viernes Santo se celebra litúrgicamente en la Iglesia Católica la Pasión y
Muerte de Jesucristo. No es un recuerdo ni un memorial es la celebración de la
Redención de Jesucristo que asume absolutamente el peso de la humanidad entera,
pasada, presente y futura, pues en Dios no hay tiempo por lo que la redención
es permanente.
Como
dijo el beato Papa Pablo VI: Cuando
estaba más inmóvil lo hizo todo.