Una
Señora muy bella,
así los niños de Fátima describieron a la Virgen Santísima que se les apareció hoy hace 100 años. Actualmente, aquel pueblecito de Fátima ha crecido muchísimo
gracias a los mares de peregrinos que año tras año han peregrinado al santuario para
estar cerca de la Virgen. Está situado a 116 km. del aeropuerto de Lisboa,
yendo por la autopista, hacia el norte.
En
estos días, y hoy especialmente, se han congregado un millón de personas y han rezado
por la conversión de los pecadores y la paz del mundo. Gracias.
En
la misa especial de canonización han sido declarados santos los hermanos
Francisco y Jacinta Marto, niños, que a su corta edad ya apreciaban las desgracias
humanas y el descarte, es por ello que se mortificaban, rezaban y se lo
ofrecían a la Virgen, nuestra Madre del Cielo.
Muchos
millones más de cristianos, en el mundo, hemos seguido por televisión el
acontecimiento. La homilía del Papa Francisco ha sido corta pero impactante. No
ha leído la homilía ni ha dado una lección de oratoria, ¡la ha rezado! palabra
por palabra. Ha sido precioso todo lo que ha dicho. Si Cristo nos dejó a su
madre por Madre de todos, las palabras del Papa nos han dado constancia
absoluta.
Igualmente
ha sido emocionante aquellos minutos en los que dos familias han subido la
escalinata portando las ofrendas y se las han entregado al Papa. Los niños, en
su espontaneidad maravillosa, se han abrazado al Papa en un intercambio
fraterno llenísimo de amor.
Si
quieres leer la homilía clica aquí Homilía del Papa en la misa de canonización de Francisco y Jacinta