Para una persona de moral natural, aun
sin ser religiosa, entiende que faltar a la palabra del compromiso dado entre
una mujer y un hombre, siempre es una traición, una ruptura. Entre personas no
casadas, igualmente se llega a la misma conclusión. En general todo el mundo
sabe que se llama adulterio, y aunque en las demandas judiciales de separación
o divorcio, el adulterio no es causa necesaria, sí que es el detonante de
conflictos.
Para una persona religiosa, creyente, practicante
y de fe católica, eso se llama pecado mortal. Es pecado porque la ofensa va más
allá del otro, la ofensa es a Dios. Y se llama mortal porque es un pecado
grave, algo muy diferente, por ejemplo, a correr por una carretera cuyo límite
de velocidad es de 80 km/h y te pasas a 90 km/h porque vas por una recta, lo
cual no es pecado. No obstante, se incurriría en una falta administrativa al
código de circulación.
Dicho esto, el adulterio es una circunstancia
muy recurrente en el cine, las
pasiones carnales tienen mucha óptica y atraen la pantalla. Pero en la vida
real, mantener una doble relación, basada en el engaño, nunca acaba bien. Moralmente
se entiende que un acto malo siempre conlleva más actos malos, y algunos más
malos que los primeros.
En la película que comento hoy, el
resumen de CONTRATIEMPO (España 2016),
rodada en parajes pirenaicos catalanes, que encontramos en una de las webs dedicada
al cine, es el siguiente:
Adrián
Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel
junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los
servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el
transcurso de una noche, asesora y cliente trabajarán para encontrar una duda
razonable que le libre de la cárcel.
Ya tenemos, pues, un mínimo esquema de
lo que veremos. Algunos críticos de nuestro cine, muy dados a utilizar en sus
comentarios unos giros de lenguaje un tanto rebuscados, tendrían que hacer las
películas, a ver si por una vez están satisfechos.
Por otro lado, sinceramente a mi
marido y a mí, desde nuestro sofá, CONTRATIEMPO
nos pareció muy interesante y bastante verosímil. Creo que, si alguien está
pensando en lanzarse a tener una historia con otra persona, distinta a la cual
le ha dado el compromiso y la entrega de estar juntos, vale más que no de ese
paso, pues la pasión ciega verdaderamente lo que existe a tu lado, y siempre
acaba mal.