Los padres, padre y madre, juntos o por separado, no somos perfectos, pero hemos de intentarlo. Tenemos nuestros defectos y algunos muy arraigados que nos tiran en dirección contraria a la que deberíamos ir, por eso San Agustín, obispo de Hipona, nos recomendaba que meditásemos sobre cuál era ese defecto dominante para luchar contra él, pues mientras nos dejamos llevar por la impaciencia, el mal carácter, el egoísmo, la impureza, la lujuria, la gula… perdemos la oportunidad de hacer algo mejor como, por ejemplo, cuidar mejor de nuestros hijos y nietos. Y ese tren ya no vuelve a pasar. Pero no hay que afligirse, como he dicho, vamos intentar a partir de hoy ser mejores.
Por eso para ponerse al día en temas espinosos y buscar soluciones a problemas que nacen o no en nuestras familias, os recomiendo dos webs muy interesantes.
Una trata del uso sobre pornografía y sus malignas consecuencias, y la otra sobre la pureza del alma y el cuerpo, pues no se trata de una conducta imposible de vivir.
brainhartwold.org
Hemos leído:
“The Heart” explora los impactos de la pornografía en las relaciones
románticas y en las relaciones platónicas, como las que se tienen con amigos,
familiares y las conexiones interpersonales cotidianas.
Esta web se propone aplicar la
sabiduría y la ciencia de la terapia conductual al desafío de superar los
comportamientos sexuales adictivos. En los módulos que aparecen a continuación,
aprenderás paso a paso a ganar control sobre los impulsos, la ansiedad y la
distracción. Te presentaremos los resultados de las últimas investigaciones en
neurociencia, psicología, fisiología y medicina. Y, a lo largo del camino,
encontrarás muchos motivos para la esperanza.
Nunca es tarde para cambiar de conducta.