He tenido ocasión de seguir algunas clases magistrales de criminología psicológica del imaginario profesor Jasper Teerlinck . Como asesor de la policía de Amberes aplicaba sus conocimientos para resolver crímenes. Sus clases estaban basadas en estudios profundos de las materias propias de su campo, sumados a su notable capacidad intelectual. Por otra parte, dejaba hablar a sus alumnos, para guiarlos o corregirlos constantemente, en un entorno apropiado como la universidad en la que el diálogo y la opinión son importantes.
En
una de sus exposiciones definió la familia como el biotopo natural de
conflictos.
Ciertamente es sabido que en el seno de una familia hay problemas, conflictos, situaciones de riesgo, alteraciones económicas, y también se producen los peores crímenes que puedan cometerse. La consecuencia de todo ello lo demuestran las cifras y estadísticas no solo en España, sino también en otros países. El 80% de los crímenes se producen en el entorno familiar. Y si hay varias víctimas en la misma familia nos encontramos ante un FAMILICIDIO.
Este
vocablo no se utiliza mucho en nuestro país pues el uso desorbitado de
conceptos viogen pretende desvirtuar palabras que ya existían y que es bueno
utilizarlas de nuevo, pues un crimen siempre es violento, conlleva de forma
intrínseca una violencia, y lo de género, a la hora de enmanillar al presunto
criminal da lo mismo.
En
centro América y Sudamérica sí que se usan, así como el de FEMINICIDIO para
indicar cuántas mujeres han muerto por asesinato. Por ejemplo, el Papa
Francisco en uno de sus discursos en su viaje a la Ciudad de Panamá, en Panamá,
el 24 de enero de 2019, lo utilizó para llamar la atención de los gobernantes
en relación a los numerosos crímenes contra la mujer y los jóvenes. Y el Papa
en diversas y sucesivas intervenciones lo ha seguido utilizando.
Siendo
la familia el entorno en el que vivimos, hemos de cuidarla todavía más,
pidiendo muchas luces al Espíritu Santo para resolver cuanto antes los
conflictos, también pidiendo asesoramiento a profesionales, de salud, jurídicos
y de cualquier otro tipo. La salud de la familia es importante, pues en ella nacen
los odios más profundos, y si se enconan son difíciles de resolver.