Desde el 14 de febrero de 2025, el santo padre Francisco, ingresado en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, ha sufrido diversas patologías importantes, que se van sumando a sus muchos años, a otras patologías sufridas y al peso de la responsabilidad de ser la Cabeza de la Iglesia de Jesucristo.
Recientemente
desde la sede petrina se nos ha invitado a rezar por la salud del Papa. Hemos
rezado el rosario retransmitido por la Trece TV, canal católico por excelencia
de nuestros canales en España, cuya retransmisión agradecemos ya que es un momento
de 35 minutos en el que rezamos unidos a miles de personas de todo el mundo por
la Iglesia Universal.
No se nos escapa
que el cuadro médico que presenta Francisco sigue siendo de pronóstico
reservado, y que en la mente de muchos estará ya el rezar por su sucesor, es
decir por el nuevo papa, y por la paz dentro de la Iglesia ante estos
acontecimientos. Pero no suframos, todo está previsto desde hace muchos siglos,
y mucho más en la mente de Dios.
Por lo tanto, lo
que se nos pide a los cristianos y a todas aquellas personas de buena voluntad es que recemos por la salud del pontífice y por la Iglesia. Y podemos hacerlo también con
la oración que cierra el rezo del santo rosario:
En latín:
Oremus pro
Pontifice nostro Francisco.
R. Dominus
conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat
eum in animam inimicorum eius.
Oremus.
Deus, omnium
fidelium pastor et rector, famulum tuum Franciscum, quem pastorem Ecclesiae
tuae praeesse voluisti, propitius respice: da ei, quaesumus, verbo et exemplo,
quibus praeest, proficere: ut ad vitam, una cum grege sibi credito, perveniat
sempiternam. Per Christum, Dominum nostrum. Amen.
En español
V. Oremos por
nuestro Papa Francisco
R. El Señor
le guarde y le dé la vida y le haga santo en la tierra y no le entregue a la
voluntad de sus enemigos.
Oremos
Dios, pastor
y guía de todos los fieles, mira propicio a tu siervo Francisco al que quisiste
destinar como pastor de tu Iglesia: te suplicamos le concedas ser eficaz para
los que preside, con la palabra y el ejemplo: de modo que llegue a la vida
eterna juntamente con el rebaño a él confiado. Por Cristo nuestro Señor. Amén.