En España, las reivindicaciones han bajado el tono sexista
debido a que el marco de peticiones de los ciudadanos se ha ampliado al nivel
de subsistencia: trabajo,
vivienda, alimentación, sanidad, educación,... es decir a reclamar lo básico
porque todavía no hemos
salido de la crisis. Por ello, hoy, en el día que se celebra el Día
Internacional de la
Mujer Trabajadora ya no lucimos el color lila con
tono reivindicativo.
Además, aun siendo feminista no me
uniré jamás a las feministas que se creen libres porque han conseguido matar a
sus hijos legalmente por medio del aborto, enviar a paseo a su marido por medio
del divorcio exprés o transexuarse a varón,
gracias a los impuestos de todos. Estos objetivos destructivos de la familia es
parte de la revolución feminista mal entendida.
Sin embargo hay muchos otros avances de los que la mujer se
ha beneficiado, y le ha permitido estudiar, obtener un trabajo remunerado,
incluso acceder a trabajos directivos, ejecutivos, militares, áureo náuticos,
científicos... debido a que el trabajo doméstico ha sido aliviado por las
máquinas que miramos con admiración cómo trabajan. Sin duda la
lavadora, las batidoras, las ollas automáticas, los lavaplatos, aspiradoras...etc.... O
todo aquello relacionado con las compresas higiénicas, los pañales desechables
de los bebés... No os podéis imaginar que solo hace 40 años todo esto se tenía
que lavar y hacerlo a mano!!!
Este trabajo doméstico sigue formando
parte del rol femenino y está costando mucho que el hombre, el esposo, lo
asuma pues es más una cosa antropológica y generacional, que de voluntad.
Después de este periodo revolutivo, los roles de la mujer y el hombre tendrán
que resituarse por fuerza pues por estos motivos, aparentemente poco
trascendentes, muchos matrimonios quedan afectados, se enfría el amor y llegan
a romperse.
Por eso yo propongo que nosotras
tengamos mucha paciencia con nuestras exigencias. También mucha paciencia con
ellos pues genéticamente les cuesta mucho entender y asumir todas estas cosas.
Y todo se andará....
Gracias! María por la foto.