03 julio 2013

Los señores Hitch

La industria cinematográfica rindió homenaje a Alfred Hitchoock con la película llamada con su propio nombre. En el año 2012 recibió varios galardones y a la vista de la misma, realmente han sido bien merecidos. Indudablemente el maquillaje de Anthony Hopkins es transformador, y la encarnación de Vera Miles por parte de Scarlett Johansoon es de una capacidad interpretativa propia de una gran actriz. Sin embargo, he leído críticas dispares. Estimo que las negativas provienen del hecho de que novelar la vida de una persona, importante o no, es novelar su vida privada, la cual en muchos aspectos se puede parecer a la de cualquiera de nosotros, por lo tanto, y en cierto modo, poco interesante. Nos ofrece a un Alfred Hitchoock con una personalidad muy acusada, serio, dedicado por entero a su trabajo, con ciertos caprichos alimentarios, y un visionario del cine como se ha podido comprobar al cabo de los años. Y nos presenta a su esposa como una gran mujer, pues parte del éxito del cine del señor Hitchoock se basó en los guiones de sus películas, adaptados al cine por la Señora Hitch. El condimento de la película es doble. Por un lado, el posible o probable engaño amoroso del que fue víctima el propio Hitch, y por otro, las dificultades que tuvo para producir y hacer la película tan conocida como Psicosis.


Es sabido que a Hitchoock le gustaba participar en sus películas, en la sombra, apareciendo en un extremo, como si fuera nadie que no importara en toda la película. Sin embargo en Psicosis tiene una participación esencialmente espectacular, y además, en la más que conocida de sus escenas, la del crimen en la ducha. La película Psicosis fue un éxito por muchos motivos y en la película Hitchoock vemos muy gráficamente porqué.

30 junio 2013

La gran aventura de la Evangelización

Los medios de comunicación nos han ofrecido imágenes de personas que se quieren, se besan, lloran... se abrazan por el advenimiento de un nuevo amparo jurídico en USA para las parejas del mismo sexo. Su felicidad se ha manifestado ampliamente. Y, sin pausa, ya han comenzado simultáneamente otras nuevas noticias sobre la persecución de homosexuales en países de Sudamérica. La orquestación de la información dirigida se sucede coreográficamente. Y así seguiremos, pues el loby homosexual en el mundo es muy fuerte. Hay que tener en cuenta que es un loby de intereses económicos y no un loby en defensa de los derechos humanos fundamentales de las personas homosexuales, pues saben que sus uniones son estériles y por lo tanto, para sucederse a si mismos, es necesario otro tipo de sucesión, diferente al de la ley natural.

Por otro lado, estamos los que creemos que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer en una sola carne, para toda la vida y ante Dios. Es una realidad. Es la ley natural desde la concepción del mundo. Y a la vez es exigente, muy exigente. Son pocas palabras pero difíciles de explicar y ejercitar, para ello hay que formarse y rezar.

¿Qué podemos hacer?

Al igual que Jesucristo enviaba un grupo de mensajeros delante de Él para que le preparasen el terreno y tener una multitud que le escuchara, nosotros, los católicos, hoy somos aquellos mensajeros. Y lo que tenemos que hacer es hacer apostolado. Hagamos como lo hagamos, cada uno y cada una, según sus circunstancias, hay que hacer apostolado de la doctrina de Cristo y del matrimonio cristiano. Es muy probable que siempre no nos quieran escuchar ni leer, o no seremos bien recibidos donde vayamos. Tampoco a Jesucristo lo quisieron en todas partes… Como hoy leíamos en el Evangelio de la misa, yendo a Samaria camino de Jerusalén no quisieron escucharle.

Hemos de redoblar los esfuerzos, no desanimarnos por la disparidad y el rechazo de nuestro apostolado. Es urgente evangelizar sobre el matrimonio natural, y haciéndolo viviremos una gran aventura, pues la evangelización es un gran trabajo de amor por los demás, hablando, escribiendo, escuchando, comprendiendo, transmitiendo amor, siempre.
   
*La gran aventura de la evangelización:segundo párrafo del punto 58. Carta apostólica Novo Milenio Ineunte, beato Juan Pablo II



26 junio 2013

Derecho a Vivir

Recientemente nos hemos conmocionado por aquel niño chino que fue rescatado por los bomberos de la tubería del desagüe de un inodoro. La madre que dió a luz a su hijo optó por tirarlo al excusado como si fueran las heces de su cuerpo. Pero Dios, que sabe más, ha querido que ese niño viviera para que todo un gobierno chino tuviera que intervenir ante un acto tan cruel que a los ojos del mundo lo estaba poniendo en jaque. El niño, según han dicho, fue de nuevo a devuelto a manos de su madre, a la cual le imploramos que cuide de este niño todos los días de su vida. Y ahora en España, otra madre, y esta española, dio a luz su hijo y lo tiró por un tubo de ventilación, con la placenta y el cordón umbilical, es decir, en iguales circunstancias que el caso referido de la China, no obstante la mujer española ha sido detenida, por presunto asesinato en tentativa. Me parece sorprendente que en el futuro se la llegue juzgue por intentar matar a su hijo en un país como el nuestro en el que constantemente se practican abortos en cualquier momento del embarazo porque para muchas mujeres desgraciadamente el hijo de su vientre no es tal hasta que nace, en cambio todos hemos sido cigotos, embriones y fetos. Nadie ha nacido sin precederle ese proceso biológico.

Por eso felicito a estos periodistas que se conmueven con estas noticias pues despiertan la opinión y en muchos casos, gracias a Dios, surge un debate en favor de la vida, pues es tan crimen eliminar la vida a un feto vivo y visto a través de una econografía, que nacer un hijo y tirarlo por el inodoro. Este debate por la vida, va más allá de criminalizar a las mujeres, hemos de ayudar a todas aquellas que se encuentran en el trance de decidir de matar a su hijo o seguir adelante con el embarazo. La formación y la educación es básica; y la propuesta clara y valiente de la adopción también.

Está en el punto de mira La Vida, no solamente para defenderla de las plagas, las guerras, los ataques nucleares, los desastres climáticos, etc., sino también de la vida incipiente en las entrañas de una mujer, de una madre, a la cual se la ha de ayudar para sacar adelante a sus hijos, en medio de la prepotencia de la cultura de la muerte. Bravo! por los que la defienden, bravo! Por los que oyendo el aullido de un gato, despiertan el instinto y reconocen en el quejido a un ser humano en peligro. Hay que seguir defendiendo La Vida.


24 junio 2013

Hoy es San Juan el Bautista

El precursor de Cristo y celebran su onomástica en todo el mundo cristiano los Juan, Joan, Juanito, Juanita, John, Jan, Joana….A todos ellos nuestras mejores felicitaciones, en las primeras jornadas del solsticio de verano, y en los días en los que las noches son más cortas.

"Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
Señor, tú me sondeas y me conoces;
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares"
 Salmo 138

Resolución de conflictos

En la formación continuada laboral viene siendo habitual la relativa a la resolución de conflictos. Estos conflictos se plantean a todos los niveles, en horizontal como en vertical, tanto de responsabilidad como material, por ello es necesario tener instrumentos para poder resolver un problema de relaciones interpersonales. Obviamente esos instrumentos pueden transportarse a la vida diaria con el buen ánimo de establecer una cordial vida familiar. Cuando este conflicto se produce con el marido, con un hijo adolescente, con la vecina, con la compañera de la mesa de al lado, con la propia madre…etc. hay que plantearse (y así lo recomiendan) lo siguiente ¿Qué puedo hacer yo para resolver el problema? En ese planteamiento no cabe buscar culpables ni retirar el saludo, ni rallarle el coche a nadie. Con estas burradas no resolveríamos el conflicto, sino que además perderíamos el trabajo, reñiríamos con la familia o la amiga te giraría la cara. En las prácticas de esos cursos formativos, como se trabajan situaciones que pueden ser reales sin serlo, descubres que siempre se puede hacer algo positivo para resolver el conflicto.


Visto desde el punto de vista ascético nos hallamos ante una lucha por la paciencia, pues si la practicamos seremos capaces de ver ese qué podemos hacer para resolver un conflicto. Pues Mediante la paciencia poseeréis vuestra alma, decía san Lucas (21,19). 

La paciencia es raíz y custodia de todas las virtudes. Es una virtud necesaria para ser fieles a Dios y estar alegres. Primero, claro está, paciencia con nosotros mismos como decía san Francisco de Sales; luego, paciencia con los demás, y por último, con las contrariedades de la vida corriente. Son tres focos importantes. Nadie salvo Dios (y la Virgen Santísima) es perfecto, lo sabemos, y por lo tanto tenemos defectos, y uno de ellos más gordo que los otros, al cual tendimos más habitualmente, de ahí la paciencia con uno mismo. La paciencia con los demás se refiere a tenerla y gastarla con los familiares, el esposo, los hijos, los hermanos, etc... Pues en la convivencia diaria es donde se ve y se vive el mal carácter debido a la impaciencia y a la ira. San Pablo decía que la caridad es paciente. Y si se pierde la paciencia perderemos bienes mayores, decía san Agustín. Esta maravillosa virtud nos lleva a soportar sin quejas la vida diaria, que la vivimos en una sociedad del hoy y ahora. Por ello, la paciencia ejercitada habitualmente nos llevará con inteligencia a resolver ese conflicto, familiar o laboral pues es un don del Espíritu Santo que nos hace entender a los demás, aunque para ello necesitemos tiempo, es decir, paciencia.

20 junio 2013

Mis queridos consuegros

Cuántas veces hemos leído historias de matrimonios que han sido convenidos por el bien de la unión de las casas reales, condados, países... castas… pues después de guerras y batallas se suscribían tratados o convenios, en los que, si se accedía al pacto, se hacía por medio de la unión matrimonial de miembros de ambas partes interesadas, así con esta fórmula, en muchos casos, se asumía el mandato de un territorio nuevo. La historia de muchos países de Europa se ha escrito de esta manera. Si bien esto ya no es común, todavía hay culturas donde se establecen enlaces por intereses familiares. En esos casos, los consuegros se conocen antes de que los novios se conozcan entre sí.
 
Pero en el mundo de hoy, lo normal es que los matrimonios se establezcan al margen de la opinión, buena o mala de los padres. En cualquier caso, al crearse ese nuevo matrimonio se incorporan nuevos familiares que no se conocen o no tienen interés ni ganas de conocerse, de momento.

Y en nuestro caso particular… ¿Qué sabemos de esos nuevos familiares que ni los propios novios han escogido, es decir, los padres de cada uno de ellos, o cuñados, por ejemplo? ¿Qué podemos hacer con estos nuevos familiares con los que compartiremos mesa muchas veces, y seremos abuelos y abuelas de los mismos niños, si Dios quiere?

Como cristianos que somos, nuestro primer mandamiento es el de la caridad, lo que significa, amar a los demás generosamente. Por lo que también hay que amar a los consuegros, tratarlos con cariño y respeto, intentando la amistad poco a poco, dejando la puerta abierta a las invitaciones familiares aunque digan habitualmente “no, gracias”. Llegará un momento en que se sentirán cómodos, y dirán "¡sí!" Por otra parte, aunque digan que “no, gracias”, no hay que tomárselo como un desprecio, ni pensar en enviarlos a paseo… ni cosas por el estilo. Lo que hay que demostrar es mucha paciencia y tranquilidad, pues lo que importa es que el matrimonio de nuestros hijos salga adelante, sin el estorbo constante de los padres quejándose de los consuegros, por cosas que objetivamente son tonterías. Y con el tiempo…se logran auténticas amistades que ni te podías imaginar, como mis queridos consuegros.




15 junio 2013

Hijos del prodigio de Dios

Todos somos hijos de Dios, creados por Él y a su imagen y semejanza, nacidos de los medios que Él mismo creó antes y predestinados así. Y desde los tiempos que Él sabe mejor que la ciencia, allí empezó la raza humana para el bien de Dios y de la humanidad. Siempre su mano creadora ha intervenido pues creó la naturaleza humana de tal forma que el mundo desde que es el mundo que conocemos se ha ido poblando sin fin. Sin embargo, a pesar de que seamos tan ciegos de no ser capaces de ver los prodigios de Dios, su diestra mano la impuso en aquél y en aquellos en los que depositó el origen de una gran descendencia, sin ser obstáculo la esterilidad manifiesta y propia de la edad de la mujer camino del envejecimiento. Pero si Dios creó el mundo y las almas, el tiempo, el presente y el futuro, convirtiendo todo en eterno, la esterilidad femenina no iba a ser tampoco ningún obstáculo, aunque sí lo es y lo era para los ojos humanos. Los prodigios de Dios se revelan en cada instante de nuestra respiración, de nuestra vida, y de nuestros ardientes deseos propios de la naturaleza humana, como lo es el deseo de nuestra proyección a través de la prole, de nuestros hijos y nietos. Por ello el deseo ardiente de tener hijos y la preocupación de que estos “no lleguen” han inquietado a muchos matrimonios desde los tiempos más antiguos de nuestra humanidad. Y la mano prodigiosa de Dios para conceder esa petición después de mucha entrega y oración a Dios, ha quedado reflejada en el Antiguo Testamento, como acto revelado por Dios y para efecto eterno de las generaciones humanas futuras.

Joseph Ratzinger, el Papa Emérito, en “La Infancia de Jesús” nos ofrece un estudio profundo de la encarnación, nacimiento e infancia de Jesucristo, no sin hallar la preparación y el anuncio a todo ello en la Sagrada Escritura. 

Allí leí la belleza de esos hijos prodigiosos de Dios, que por su amor vinieron al mundo para el bien de todos nosotros. 

Y en el apartado del anuncio a Zacarías sobre el mensaje del nacimiento del Bautista, Ratzinger escribe:


En primer lugar encontramos las historias similares de la promesa de un niño engendrado por padres estériles, que justo por eso aparece como alguien que ha sido donado por Dios mismo. Pensemos sobre todo en el anuncio del nacimiento de Isaac, el heredero de aquella promesa que Dios había hecho a Abraham como don: << Cuando vuelva a verte, dentro del tiempo de costumbre, Sara, habrá tenido un hijo … Abraham y Sara eran ancianos. De edad avanzada, y Sara ya no tenía sus períodos. Sara se rió por lo bajo… Pero el Señor dijo a Abraham: “Por qué se ha reído Sara? … ¿Hay algo difícil para Dios?”>> (Gn 18, 10-14). Muy similar es también la historia del nacimiento de Samuel. Ana, su madre, era estéril. Después de su oración apasionada, el sacerdote Elí le prometió que Dios respondería a su petición. Quedó encinta y consagró su hijo Samuel al Señor (cf.1S1). Juan está por tanto en la gran estela de los que han nacido de padres estériles gracias a una intervención prodigiosa de ese Dios, para quien nada es imposible. Puesto que proviene de Dios de un modo particular, pertenece totalmente a Dios y, por otro lado, precisamente por eso está enteramente a disposición de los hombres para conducirlos a Dios.

  El último domingo del año, después de Navidad, la Iglesia lo dedica a la Sagrada Familia de Nazaret, como modelo a seguir por parte de las...