Como
siempre en la versión española el título de la película se adapta a no se qué gustos y le cambian el título original por otro. En este caso era METPO que traducido, simplemente sería METRO.
Se trata de un film de catástrofes que rompe con el mito del fabuloso metro de
Moscú, de Anton Megerdichev (Rusia 2013).
La
historia comienza por no haber corregido en su momento un error de construcción
en el metro, en 1975, cosa que con los años provocará un derrumbe de los
túneles y la posterior inundación por las aguas del río Moscova. Además de
demostrar que los rusos cuentas con unos medios de control muy deficientes, sin
ningún tipo de planes de emergencia, evacuación y control de la situación, el
guión prosigue sobre la historia de un adulterio, y el inicio de una relación
de un chico y una chica. Las historias humanas siempre son el guión de base de
toda película, porque suelen ser situaciones conocidas o vividas por muchas
personas, y si están bien explicadas, marcan el éxito del film.
Aquí la
esposa es la de un buen cirujano de un hospital público. Ambos han tenido una
hija. Desde el principio vemos a la mujer con aires occidentales en brazos de
un nuevo rico en materia inmobiliaria, violento y posesivo, que le daría todo lo que ella quisiese en
lugar de que dependiese de un médico de poca monta y de poco sueldo. Por otro
lado, la joven pareja se conoce en una estación del metro y a partir de ahí vivirán
una experiencia terrible por sobrevivir. El destino los cruzará a todos en el
mismo camino, en el mismo desastre.
La
película demuestra grandes medios, sin embargo lo que explica sobre la gestión
del desastre no parece referido a una ciudad rusa que llaman Moscú, sino a una
ciudad tercermundista. No se si es licencia del director o son así las cosas,
pero ciertamente llama la atención que se explique de una potencia mundial que
el metro lo controlan tres o cuatro personas de buena voluntad, de poca
profesionalidad y con medios muy anteriores a las nuevas tecnologías. Sin embargo todos sus protagonistas son muy valientes.