Las
familias católicas y las que no lo son, de acuerdo con los OBJETIVOS DE LA
AGENDA 2030, estamos en su punto de mira pues cualquiera de ellos está enfocado
a pretender que desaparezcamos. No lo digo yo por llevar la contraria a lo que
muchísimas personas promueven, o porque sea apocalíptica o para tener más seguidores, sino porque es una realidad.
¿Qué
es la Agenda 2030 Cuáles son sus Objetivos?
La Agenda 2030 tiene como objetivos:
erradicar
la pobreza extrema y el hambre,
combatir
la desigualdad y el cambio climático,
asegurar
la igualdad de género
y
los derechos humanos de las mujeres
y garantizar el acceso universal a servicios
de salud
y
educación de calidad, entre otros.
Se
trata de un proyecto mundial que promueven 193 estados miembros de las Naciones
Unidas (ONU), es decir, todos. En España existe un Ministerio dedicado a esta agenda: Derechos sociales y agenda 2030.
¿Qué
peligros vemos los católicos? Citaré sólo algunas cosas
LA IGUALDAD DE GENERO. Esto es terrible pues cada uno de nosotros es hombre o es
mujer. Otra cosa es con quien se duerme, se acuesta o se tiene relaciones
sexuales. Sin embargo, igualdad SIGNIFICA QUE NUESTRO GÉNERO SEA UNICO o dar igual uno que otro. Aunque
el género es de las cosas, ahora es de las personas y pretenden que seamos una cosa
amorfa que sea a la vez hombre y mujer, macho y hembra, es decir hermafrodita.
Por eso hay tanta confusión entre los niños y jóvenes que les enseñan en el
colegio y les obligan a decantarse por ser o sentirse diferente a lo que son.
LOS
DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES, otro aspecto gravísimo pues promueven la
corrupción de la mujer, es decir, que todas abortemos y que si queremos tener
un hijo nos inseminen el hijo perfecto en nuestro ser, o bien haya un grupo de
mujeres muy seleccionadas y fértiles para que le encarguemos los hijos que
queramos o que quiera el Estado. Pues no hemos de olvidar que para los
comunistas y etc.: LOS HIJOS SON DEL ESTADO, como dijo expresamente la ex ministra
Isabel Celaá. Y de paso castrar al hombre.
En
España no hay ningún problema con el ACCESO UNIVERSAL A LA SALUD. La definición
de nuestro sistema de salud desde hace 60 es su acceso universal. Pero pretende
ser un invento reciente porque así le agradeceremos al Estado lo bien que nos
cuida, obligando a médicos y sanitarios a practicar el aborto y la eutanasia, y aumentando los impuestos.
¿Qué
quiere decir que la EDUCACIÓN HA DE SER DE CALIDAD? Y los colegios públicos y
privados de nuestro país ¿Qué hacen? Es decir, la Agenda pretende cambiar todos
los sistemas educativos del mundo y encaminar a los alumnos por las mismas
sendas.
Esta
AGENDA 2030 tiene el sello masónico, comunista y socialista y se está extendiendo
por todo el planeta, con los títeres habituales como jefes de gobiernos,
dictadores y primeros ministros, pues como hemos dicho la han firmado todos los estados miembros de la ONU.
Téngase
en cuenta que en ningún punto de la AGENDA se cita la LIBERTAD RELIGIOSA, cosa
importantísima pues el ser humano es esencialmente religioso, aquí y en
Indonesia, en los Emiratos Árabes o en China. Pero el diseño del SUPER HOMBRE
masónico, comunista y nihilista rechaza, ignora, ningunea esa parte esencial
del hombre y de la mujer.
Después
de este mini esquema de la tremenda agenda referida, los cristianos hemos de
estar alerta con la educación que reciben nuestros hijos e hijas, nietos y nietas
pues esto es lo que les meten en la cabeza y en el corazón. Y los adultos pararse a discernir.
También
recordar de los Santos Padres San Pablo VI, San Juan Pablo II y a Benedicto XVI
todas sus advertencias al respecto. A pesar de ello, la Iglesia Católica está
amenazada y ya hay obispos que obedecen a la Agenda 2030, la cual
es millonaria, considerando no anunciar a Cristo para estar bien emparentados y
recibir subvenciones para paliar necesidades de las diócesis.
En
cualquier caso, recemos siempre y recemos mucho, con la Esperanza puesta en
Nuestro Señor Jesucristo, Él nunca falla.
Dios
guía a su Iglesia, la sostiene siempre, también y sobre todo en tiempos difíciles.
No perdamos nunca esta visión de fe, que es la única visión verdadera del
camino de la Iglesia y del mundo.
(Benedicto XVI, Audiencia general, 27 II 2013).